Well, whatever

Estaba mirando un hilo de mensajes todos míos. Arriba pone tu nombre. Los últimos cuatro mensajes no se llegaron a enviar. No sé si por cobertura o porque realmente se puede bloquear un número por completo de tu sistema. No sé. Yo no te quiero, creo. Pero tú a mi tampoco. Solo tienes que pararte a pensarlo en el desayuno. Ya sabes, a primera hora se ve todo mucho más claro. He tenido experiencias mil veces peores y he perdonado y seguido. Incluso mi peor pesadilla es ahora uno de mis mejores amigos. Que tú no tienes por qué ser igual, está claro. Pero no te tortures porque le diga a mis hijos que pudieron ser los nuestros. Siempre he querido que mis hijos fuesen tuyos. No me dejes hablarte de destino, karma o lo que significan 46 meses enamorados porque en cuanto empiece me estarías arrancando la cabeza pensando en lo guapos que serían esos niños. Los nuestros digo. El tiempo no lo cura todo, a veces tienes tú que dar un paso y enfrentarte a quién te hace daño y jurarle que nunca más volverá a pasar. Porque antes que cualquier otro estás tú mismo y eso lo aprendí hace aproximadamente 19 meses. Pero you know what, yo sigo confiando.