El tiempo se ha congelado

Duele mucho sentirte como la cosa más pequeña del mundo y que la persona más grande para ti no esté ahí para apoyarte. O que esté y no te apoye. Pero más duele saber que la persona que probablemente sería la correcta siempre va a dar la cara por ti y te va a escuchar hasta las tantas de la noche, te va a oír repetir la misma mierda horas. El hecho de que la persona por la que quieres luchar no tenga intención alguna de luchar por ti puede llegar a consumirte tanto... Cuando el tiempo se congela, y la persona a la que quieres sentada a tu lado en el coche a las tantas de la madrugada no es la que esperabas, vuelve a repasar esas madrugadas, porque no las pasaste sola. Soy la persona con más suerte del mundo por poder pasar esas madrugadas en otro coche y con otra persona completamente diferente. Quizá sea esa la clave. Buscar lo diferente y ver esa diferencia desde el principio. Gracias por fumar conmigo tantos pitis de madrugada, por tantas litronas, por tantos McAutos... y por dejarme gritar lo mal que conduces. Te quiero más.